Mujeres en lo nuclear

Columna reproducida en el portal mie-uc.cl

Por Fabián Fuentes
Cofundador de la Fundación Centro de Información sobre Energía Nuclear de Chile – CIEN Chile

 

El desarrollo y consolidación de la industria nuclear sin duda ha sido afectado, positiva y negativamente, por una cantidad importante de hechos que han pasado a la historia. Uno a priori podría pensar que son más los hechos negativos que positivos, los que han influido; pero tampoco se debe dejar pasar el hecho de que la industria nuclear ha sabido sobrevivir durante el tiempo y sigue desarrollándose como una poderosa herramienta en la lucha contra el cambio climático en muchos países del orbe, a pesar de los accidentes de Chernobyl o Fukushima. Abstrayendo lo anterior, actualmente es imperativo transmitir el mensaje de que la ciencia y tecnología nuclear es un mundo abierto a todo/a el que quiera descubrirlo y aquello fue una de las razones que motivó a dos mujeres inteligentísimas a convertirse en los pilares fundamentales de lo que hoy conocemos sobre la energía del átomo, me refiero particularmente a Marie Curie y Lisa Meitner.

Marie Curie, en mi opinión es la científica más conocida en comparación a la segunda, sin duda que ella contribuyó en este campo de manera importantísima y ha sido reconocida de manera apropiada no solo mientras estuvo viva, sino que también hasta nuestros días. Por el contrario, Lisa Meitner pareciera ser relegada a otro lugar en la historia, que en mi humilde opinión, es más lejano y desconocido. Su aporte en el campo nuclear (junto a Otto Hahn y Fritz Strassmann) pareciera que sucumbió a diversas injusticias de aquel tiempo que le impidieron incluso ganar el Premio Nobel, injusticias que aún perduran en algunas industrias a nivel mundial. No es mi intención hacer una revisión bibliográfica sobre Lisa Meitner, pues hay información disponible en Internet, pero si, lo que pretendo es abrir la inquietud a que más profesionales puedan inmiscuirse en el campo de la energía nuclear, pues las figuras de Curie y Meitner, representan un ideario que debiese ser considerado no solo en el diminuto campo nuclear chileno, sino que también en otras industrias y a nivel mundial.

Particularmente el ejemplo de Meitner, me conmueve, puesto que a pesar de no recibir un sueldo y posición adecuada por muchísimo tiempo y a pesar de no ser galardonada en comparación a otros científicos de igual estampa, ha seguido dejando una huella que ha sabido perdurar en el tiempo y que ha influido a muchos quienes nos apasiona el campo nuclear. Aquella huella, estoy seguro que con el tiempo, influirá para que existan más profesionales en nuestro país que aporten con su conocimiento al desarrollo y divulgación de la disciplina nuclear, en este sentido, vale la pena inspirarse en el ejemplo de estas mujeres atómicas, particularmente Lisa Meitner.

 

Fotos: Dominio publico – commons.wikimedia.org