El tabú nuclear bajo revisión en Australia

El país con la mayor reserva de uranio del mundo comenzó a discutir la instalación de sus primeras plantas nucleares.

Si bien Australia posee las reservas de uranio más grandes del mundo, nunca ha tenido una central nuclear. Ahora, ante la creciente preocupación por el cambio climático, el gobierno está evaluando si debe revertir una prohibición de larga data.

El estado de Australia Meridional, donde BHP Billiton Ltd. opera la mina Olympic Dam, ha creado una comisión para evaluar el impacto de la energía nuclear tanto en la economía de la región como en sus emisiones de carbono. Al mismo tiempo, el gobierno federal en unos meses dará a conocer un amplio informe sobre energía que analizará la cuestión en mayor profundidad.

Estos informes llegan después de que el primer ministro Tony Abbott dijera, en diciembre, que el calentamiento global ha hecho que valga la pena repensar la cuestión. Esto representa un cambio significativo en un país en el que la resistencia a la energía nuclear se remonta a la década de 1960. Sin embargo, cualquier iniciativa para introducir la energía nuclear se enfrentaría a las trabas legales y políticas de los grupos comunitarios.

“Esto va a abrir la puerta a un debate informado y a la comparación de la energía nuclear con otras tecnologías de bajas emisiones”, dijo Tony Irwin, director de SMR Nuclear Technology Pty, firma de Sídney que desarrolla reactores.

Aunque Australia exporta uranio a países como EEUU., y Japón, la abundancia de carbón y gas natural excluyeron en el pasado cualquier necesidad económica urgente de la energía nuclear. Sin embargo, el carbón ahora está siendo atacado porque es la principal fuente de gases de efecto invernadero. Abbott dijo en diciembre que debería considerarse la energía nuclear para reducir las emisiones de carbono y la calificó de “una forma absolutamente probada de generar energía libre de emisiones”.

“El mundo tiene un problema de CO2”, señaló Alan Finkel, presidente de la Academia Australiana de Ciencias Tecnológicas e Ingeniería. “Necesitamos soluciones a gran escala. Hay cierta conciencia de que la energía nuclear, si está bien administrada y bien regulada, puede contribuir de manera significativa a reducir las emisiones de CO2”.

La catástrofe nuclear ocurrida en Fukushima en 2011 inclinó a la opinión pública mundial contra la energía atómica, y Japón y Alemania cerraron instalaciones nucleares.

Cuatro años más tarde, el interés en la energía nuclear ha resurgido, en parte debido a que no tiene emisiones de gases de efecto invernadero. Kyushu Electric Power Co. recibió autorización para volver a poner en funcionamiento dos reactores en Japón, mientras que China renovará sus aspiraciones atómicas con cinco reactores cuya construcción comienza este año.

Fuente: La Tercera