La energía nuclear tiene muchas utilidades hoy en día desconocidas por la población, un caso particular es el sistema propulsor del vehículo Curiosity , el cual se compone de seis ruedas, un sistema de suspensión “rocker-bogie”, scanner para explorar obstáculos o blancos y recorrer rutas; asimismo tiene un sistema de navegación autónoma que permite al Curiosity conducir caminos por sí mismo hacia una ubicación deseada.
Su fuente de poder está basada en electricidad generada por Energía Nuclear, a través de un Multi-Mission Radioisotope Thermoelectric Generator (MMRTG). Este dispositivo fue ensamblado y testeado en USA, específicamente en el Idaho National Lab, con componentes fabricados en Los Alamos National Lab y en el Oak Ridge National Lab. El combustible utilizado es el Dióxido de Plutonio (238PuO2), isotopo que al decaer naturalmente genera calor que es convertible en electricidad, proporcionándola de manera continua durante las 24 horas del día (terrestre). Asimismo, esta tecnología permite que el Curiosity pueda estabilizar su temperatura ante cambios bruscos en las condiciones climáticas de Marte (lo que sucede actualmente en la zona marciana en que se encuentra), así como también operar por un largo período de tiempo, pues se estima que la vida útil mínima para este dispositivo es de 14 años.
El combustible 238PuO2 es fabricado a partir del bombardeo de Neptunio-237 (producto de decaimiento del Uranio-238) con Neutrones en un reactor rápido, el que posteriormente es puesto a disposición en forma de pellets cilíndricos que ofrecen una excelente estabilidad química, un punto de fusión alto (>2.450°C) y compatibilidad química con el material del contenedor del cilindro, una aleación de iridio. El proceso específico de fabricación de los pellets cilíndricos consiste en un prensado en caliente una mezcla de gránulos sinterizados de 238PuO2 preparados desde polvo oxalato de plutonio calcinado. Dicho prensado en caliente provee el control dimensional necesario y la densidad nominal del pellet producido. Tanto el sinterizado de los gránulos como el procesamiento en caliente, requieren de un control estricto para minimizar el agrietamiento y para expulsar el pellet desde el molde a presión caliente. Una densidad uniforme del pellet y una distribución de gran porosidad intergranular en la microestructura, provee la estabilidad dimensional y la liberación requerida para el decaimiento en la temperatura elevada de uso. Este isótopo de Pu-238 es idóneo como combustible para aplicaciones espaciales, ya que produce 280 veces calor en su decaimiento que el isótopo Pu-239.
Si pensamos fríamente en esta tecnología, la cual ciertamente evolucionará con el paso de los años, podría tener algunos usos alternativos que podrían contribuir en el futuro a la disminución en el uso de combustibles fósiles y, por ende, en la disminución de los gases de efecto invernadero, por ejemplo, la propulsión terrestre, la generación de electricidad de emergencia para instalaciones industriales o domiciliarias, la generación de electricidad y calor en localidades apartadas que no tienen conexión cercana a la red troncal, la propulsión de naves espaciales tripuladas, entre otros.
Es importante destacar que, como en toda tecnología incluyendo a las denominadas “Energías renovables no Convencionales”, existen beneficios y costos, los cuales deben ser analizados de manera seria y sin pasiones para tomar la mejor decisión posible. Es importante señalar, que para poder producir la cantidad de energía que genera la tecnología nuclear, así como también por un horizonte de tiempo prolongado y continuo, una tecnología basada en recursos renovables necesitaría una cantidad importante de elementos generadores como paneles fotovoltaicos o aerogeneradores los que, en su efectividad, dependerían de su ubicación relativa así como también de algún otro factor que no impidiera la utilización de la fuente energética a un factor de planta considerable.